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Anna Whitehouse, la periodista que lidera la cruzada por la flexibilidad laboral en el Reino Unido

Todos los trabajadores británicos podrán pedir un horario laboral flexible desde su primer día de contrato. La ley que entrará en vigor en 2024 es el resultado de ocho años de activismo liderada por una madre de dos niñas. “Es solo el comienzo”, afirma.

Por: Marcela Vélez-Plickert, desde Londres | Publicado: Viernes 21 de julio de 2023 a las 11:06 hrs.
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15 minutos. Eso era todo lo que quería Anna Whitehouse. No 15 minutos menos de trabajo. Solo la posibilidad de entrar 15 minutos antes para salir a las 16:45 y poder buscar a su hija en la guardería a tiempo. “Si acepto, abriré las puertas para que todo el mundo en la oficina pida flexibilidad”, le contestó su jefe. Anna, entonces de 35 años y editora senior de L’Oreal, renunció.

“Sentí una rabia tan grande. Ahí estaba mi jefe, con el que me llevaba bien, dispuesto a perder a una de sus mejores editoras por apenas 15 minutos. Esa era una empresa en la que me veía quedándome varios años, pero la forma en que me fueron negados esos 15 minutos hizo que ya no quisiera estar ahí”, recuerda la periodista; y agrega que renunció sin pensarlo mucho, sin un “plan B”.

Su primer post sobre flexibilidad laboral tuvo una audiencia de 62 seguidores en Instagram. Desde entonces, su audiencia ha crecido a medio millón y su campaña se ha concretado en un proyecto de ley que entrará en vigor en 2024.

Así nació @mother_pukka (su pronunciación es similar a un insulto en inglés británico), primero una cuenta de Instagram y luego un portal de noticias para hablar de un lado de la maternidad que nada tiene que ver con la crianza, las ocurrencias de los niños o los mejores productos. No, Anna de lo que quería hablar era del castigo al que eran sometidas las mujeres en el mundo laboral apenas decidían tener hijos.

“Creo que fue algo realmente primitivo. Esa rabia de saber que no era mi culpa, que era un problema estructural. Pensé: ‘Voy a enfrentar este problema en cualquier trabajo al que vaya con un hijo’. Mi hija tenía cuatro años y me dije: ‘No puedo criarla para decirle que puede hacer todo y ser cualquier cosa, si solo trabaja duro, sabiendo que esa no era la verdad”, sentencia.

Su primer post sobre flexibilidad laboral tuvo una audiencia de 62 seguidores en Instagram. Desde entonces, su audiencia ha crecido a medio millón y su campaña se ha concretado en un proyecto de ley que entrará en vigor en 2024.

A partir de ahora, todo trabajador en el Reino Unido puede pedir horario flexible de trabajo desde su primer día de contrato, y ya no después de seis meses de prueba. Además, podrá presentar su solicitud por una segunda vez, si la primera es rechazada. Para esto último, ahora es la empresa la que deberá explicar por qué no es posible implementar el horario flexible o trabajo remoto.

“Ciertamente no lo va a cambiar todo, pero es un comienzo. Pero es como habernos subido al principio de una escalera. Es una escalera por la igualdad. Y aunque es el inicio, me siento eufórica, porque nunca pensé que estaríamos en este punto”, afirma en entrevista con DF en Londres.

“Este un movimiento que no comenzó en un intento por cambiar la ley, ni de crear algo sísmico. Nunca pensé en conseguir financiamiento para grandes proyectos de investigación… No, comenzó con la rabia de una madre que no podía criar a sus hijos”, reflexiona Anna, exhausta pero feliz, como ella mismo se describe.

La entrevista la encuentra en su auto, después de haber dejado a su hija en el campamento vacacional, de vuelta a casa. Es un ejemplo de cómo combina su carrera profesional con la maternidad, familia y tareas domésticas. A eso suma el activismo. “Podría decir que soy una activista accidental. Nunca había luchado por algo como por esto. Creo que no lo habría hecho si no fuera por mis hijas. Es gracioso lo que puede lograr la rabia se apodera de una madre”, reflexiona y sonríe.

Una amplia alianza

Los posts de @mother_pukka y su esposo Matt Farquharson cayeron en terreno fértil. “Matt es la vez del otro lado, porque la flexibilidad no es solo un tema de madres, debería ser para todos”, agrega Anna. Los 62 seguidores se multiplicaron rápidamente y pronto Anna era una “influencer con suficiente audiencia” para convocar demostraciones (flash mobs) en varias ciudades del Reino Unido, y ser escuchada además por la prensa y los políticos.

Así nació Flex Appeal, la campaña que lidera Anna Whitehouse. Pero en el camino ha ido sumando aliados, incluyendo otros influencers, sindicatos, gremios, y ONG. Juntos forman la coalición “Flex for All”, que estuvo detrás de la nueva ley de flexibilidad laboral. “Ha sido un esfuerzo en equipo. Esto no es una pelea de una sola mujer.  Esto ha sido un esfuerzo grupal, del cual Flex Appeal es solo una parte, y estoy muy orgullosa de todos los que se han sumado y luchado lado a lado por algo tan básico como cuidar a tu hijo y trabajar”.

Es innegable que en ese proceso la pandemia tuvo un rol fundamental. De repente, las empresas y empleadores descubrieron que el trabajo remoto era posible. Sin embargo, Anna dice no estar sorprendida por la rapidez con la que grandes corporaciones están impulsando un regreso a las oficinas. Esta “marcha atrás”, considera, es producto de la falta de confianza entre empleador y empleado, lo que muestra que es necesario mejorar los procesos de selección y contratación. “Si no reclutas a las personas adecuadas, no podrás hacer funcionar una política de flexibilidad”.

Pero a pesar de la presión de las empresas, los trabajadores se niegan a volver. Un estudio del Conference Board publicado a finales de junio reveló que solo 15% de los trabajadores encuestados había regresado a tiempo completo a las oficinas. La gran mayoría trabaja de forma híbrida y 28% de forma totalmente remota. Otras encuestas muestran que más de la mitad de los trabajadores (en el Reino Unido o EEUU) están dispuestos a renunciar, si son forzados a volver tiempo completo a la oficina.

Flex Appeal y Flex for All buscan no solo hacer de la flexibilidad un derecho, sino normalizarla, convertirla en parte de la cultura de las empresas. Es parte de lo que llaman una forma más humana de trabajar, en la que las personas no tienen que estar permanentemente estresados sobre el cuidado de los hijos o simplemente estar ausente de sus vidas.

“No tenemos reconocimientos para empresas con trabajo flexible, ni nunca las tendremos. Esto no se trata de relaciones públicas, sino de un cambio genuino, en el que las empresas ven en la flexibilidad una vía para aumentar la retención laboral y aumentar la productividad”, agrega.

Pero incluso en el activismo es difícil encontrar un balance.

- ¿Comenzaste esta campaña por tus hijas? ¿Son parte de esto, qué dicen?

- Si soy sincera, no lo he equilibrado muy bien. Irónicamente en un intento de cambiar el mundo para ellas, terminé tan absorta… Un día recibí un llamado de atención. Mi hija me dijo algo así como "a veces no creo que me quieres mucho, quieres más a tu teléfono"… Así que he reequilibrado después de eso, y ellas son parte de cada cosa que hago, cada flash mob… Mis hijas me hacen muchas preguntas sobre por qué lo estoy haciendo y creo que saben que es para su futuro, para que no deban estar en la encrucijada de escoger entre trabajar y tener o cuidar a sus hijos.

Sus hijas son tan parte del equipo que las cuenta entre las cinco personas que trabajan ahora en Flex Appeal. El grupo incluso lideró una investigación que calculó en 55 mil millones de libras esterlinas lo que podría sumar la economía británica, si se generaliza la flexibilidad laboral, pues permitiría sumar a mano de obra ahora limitada por obligaciones de cuidado (niños o adultos) o problemas físicos o emocionales.

- ¿Qué viene después de esta nueva ley?

- Lo importante recalcar es que esto no es para las mujeres, es para todos… Tengo un gran equipo, pero estamos agotados después de los últimos siete años. Siento que estamos al comienzo de una nueva pelea. Pero es una batalla con más esperanza. Si volvemos a la idea de la escalera, te diría que estamos en los primeros escalones, pero ya puedo ver la cima.

- ¿Y qué viene para el resto de Annas? ¿Para la podcaster, DJ, escritora, periodista…?

- (Ríe)…. Básicamente he llegado a un punto en mi vida donde no estoy definida por un solo papel. A menudo creamos compartimentos de quienes somos y como somos. Pero soy igual activista, que DJ, que presentadora de radio, que autora. Pero más que nada soy madre. Eso está en la cima del árbol y todas esas otras partes para mí no vienen debajo, pero encajan alrededor”

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